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Los brotes de alfalfa se sitúan entre los más apreciados por su sabor sabroso y crujiente, que recuerda el regaliz. Es una campeona en micronutrientes como las vitaminas B1, B2, E, K, D, y muy especialmente en vitamina A. Entre sus minerales destacan una relación calcio-fósforo excelente, magnesio, hierro, potasio y azufre. Contienen una buena cantidad de proteína, con los aminoácidos más importantes. El consumo de estos brotes es tan sano que se utiliza como remedio, restaurativo y preventivo en casos de convalecencia, anemia, sangrado y osteoporosis.
Las semillas germinadas son alimentos vivos, multiplican sus propiedades y su riqueza en vitaminas y antioxidantes.
Para germinar necesitas:
Semillas de Alfalfa de Madre Tierra
1 bote de vidrio de medio litro.
1 gasa.
1 goma elástica.
Cubre el fondo del bote con una capa de semillas y déjalas en remojo unas 6 horas.
Pasado este tiempo, pon la gasa con la goma en la obertura y vacía el agua.
Deja el bote inclinado sobre un plato para que se acabe de escurrir. Es preferible tenerlo en un armario, o con luz indirecta.
Lo vuelves a remojar dos veces al día, siempre vaciando después el agua y dejándolo escurrir.
En 6 días tendrás los brotes de alfalfa en su punto. El último día exponlos a la luz solar, para que se forme clorofila.n su punto. El último día exponlos a la luz solar, para que se forme clorofila.